Un camino de intimidad


Nos preocupamos tanto en construir una imagen para aparentar delante de los demás y se nos olvida que lo que en realidad tiene valor es lo que construimos hacia adentro. La palabra hace referencia a una comparación que hizo Jesús…

“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
 Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.” Mateo 7:24-28

Existen dos formas de edificar sobre la roca y sobre la arena.

La arena es aquello superficial, que puede desvanecerse si se presentan circunstancias difíciles. Pueden ser aquel maquillaje que colocamos sobre las situaciones para que las personas piensen de nosotros, algo que no somos realmente y que cuando es expuesto logra desvanecerse aquella ilusión y dejarnos a la intemperie.

Sin embargo, edificar sobre la roca, es construir en lo eterno en lo que realmente edifica y tiene valor. Es dedicar tiempo a lo que realmente es importante, siendo auténticos sin deseo de aparentar o engañar.

Edificamos fundamentos firmes cuando nos enfocamos en lo espiritual e invertimos tiempo en lo que realmente vale la pena.

En medio de la generación de los like y llena de opiniones se ha vuelto crucial escuchar la voz de Dios. Cuando leo la comparación que hace Jesús dice "cualquiera que me oye y hace" es escuchar su voz para edificar sobre lo eterno y no sobre lo que perece.
El que puede oírle, puede ser guiado por su voz. Y me sorprende que diga el que me oye, no dice el que me ve o me siente; y la voz tiene algo particular de no poder ser confundida, por lo que conocemos a una persona y escuchamos su voz a lo lejos o en susurro es inconfundible; por eso el Señor nos dice en su palabra ...mis ovejas oyen mi voz y me siguen... Juan 10: 27.
A medida que tenemos mayor intimidad, podemos conocerle más y escuchar su voz. Muchos problemas que tenemos hoy, es por no saber escuchar su voz, lo que viene dado por la falta de intimidad y de una relación constante con El.

Desarrollamos este camino de intimidad, en una relación eterna con el Amado, esto es edificar sobre la roca.

Enfocar toda nuestra fuerza en invertir en lo eterno. El día que nos toque partir de esta tierra, no nos llevaremos nada, ni el cuerpo dentro del cual estamos, lo único que tendremos, es la relación que construimos cada día con El, y el único valor intangible que nada, ni nadie puede quitarte es, cuanto conoces de Cristo y cuanto de Cristo fue insertado dentro de ti, durante tu periodo en esta tierra. Al empezar a ver el valor de lo eterno, todo lo terrenal pierde su valor, logrando desarrollar esa relación que vale más que todo el dinero y riqueza de este mundo.

Perdemos la vida preocupados por lo exterior, lo superficial y lo terrenal construyendo sobre la arena sin saber, al mismo tiempo conociendo, que eso no tiene valor real y lo único que vale es construir un camino de intimidad. Una frase muy poderosa que he escuchado en muchas prédicas y es un título de uno de mis libros que me ha gustado es ... Dios no tiene favoritos, tiene íntimos...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Si la Armadura es la Medida Incorrecta, No te quedará...

Llevar una Generación al Siguiente Nivel